Kim Gun-mo, el genio musical de los 90, regresa a los escenarios tras ser absuelto de todas las acusaciones

Recordemos la irrupción de Kim Gun-mo en 1992 con "A Night Without Sleep, The Rain Falls". ¿Recuerdan el impacto novedoso que causó? En ese entonces, la escena musical coreana estaba dominada por baladistas de aspecto pulcro o grupos de baile ostentosos. En ese contexto, la aparición de un joven que, lejos de ser un galán o un Adonis, parecía un travieso con un aire un tanto torpe, fue absolutamente rompedora. Esa fue la "primera impresión" que tuvimos de Kim Gun-mo.

Antes de que esa primera impresión tan particular se disipara, Corea fue abrumada por su talento musical. Su voz, única e incluso extraña, ejecutando el piano con soltura, su potente capacidad vocal y su sentido del ritmo eran algo que no se parecía a ningún otro artista anterior. No compitió solo con su "primera impresión", sino que apostó directamente por la "esencia" de su música, y el público reconoció instantáneamente su genialidad.

Al año siguiente, su segundo álbum "Excuse" desató una fiebre por el reggae en Corea, vendiendo la asombrosa cifra de 2.8 millones de copias. El récord de 11 semanas consecutivas en el número 1 en los programas de música fue solo el comienzo. Y en 1995, su tercer álbum "A Wrong Encounter" registró más de 3 millones de ventas (el récord de ventas de un solo álbum), consagrándolo como el "Cantante Nacional" indiscutible.

Los años 90 fueron, sin duda, la era de Kim Gun-mo. Con éxitos como "Beautiful Restraint", "Love Is Going Away", "Speed" y "The Cuckoo Flew Over the Nest", construyó un género propio, "Kim Gun-mo", que abarcaba desde baladas, dance, reggae, house hasta jazz. Los premios principales en las ceremonias de fin de año eran suyos, y sus canciones se convirtieron en los himnos preferidos de todas las generaciones. Durante casi 30 años, estuvo presente en nuestros momentos de alegría y tristeza, de euforia y consuelo.

Su brillante carrera se detuvo hace unos años, cuando fue víctima de una "falsa acusación" devastadora. Las acusaciones de agresión sexual presentadas por una mujer causaron una conmoción tremenda en el público. Siguieron largas y tediosas batallas legales, y en ese proceso, el público se sintió confundido. El título de "Cantante Nacional" fue rápidamente reemplazado por el de "Figura Polémica". Su música desapareció de la televisión y la gente dudaba incluso en cantar sus canciones.

El tiempo pasó y, en noviembre de 2021, tras más de dos años de investigación, la fiscalía emitió una "decisión de no enjuiciamiento" final sobre los cargos presentados contra él. Al no haber pruebas objetivas que respaldaran las afirmaciones de la demandante, fue, en efecto, una resolución de "sin culpabilidad". Legalmente, su "falsa acusación" quedó completamente desmantelada.

El problema surgió después. La estridente condena y el estigma que surgieron cuando se presentaron los cargos se recuerdan vívidamente, pero el hecho de que se resolvieron legalmente como "inexistentes" sorprendentemente no se dio a conocer ampliamente. Parecía que una vez que una "marca escarlata" se graba en la memoria del público, no se borra fácilmente solo con una sentencia legal de inocencia.

Hoy, si miras los videos de sus actuaciones de los 90 en los canales de YouTube, verás un comentario fijado en la parte superior, que a pesar de haber sido escrito hace seis años, ha recibido cientos de "me gusta" y representa el verdadero sentir del público: "Un cantante que aparece una vez cada 100 años... Al ver todos los clips, te das cuenta de que no existe un reemplazo para este cantante en la era actual del K-pop..."

Debajo, se suceden innumerables comentarios de acuerdo como: "Estoy totalmente de acuerdo. Es insustituible", "Yo también". Esto va más allá de la simple nostalgia del pasado, es una clara sed del público por la ausencia de un artista único. "Extraño la música de un cantante enterrado injustamente sin haber hecho nada malo", "Por favor, vuelve" son innumerables los comentarios que claman por su regreso.

Ahora, debemos mirar a Kim Gun-mo de nuevo. Ya han pasado varios años desde que se libró de la "falsa acusación" legal. ¿Hasta cuándo lo mantendremos bajo la sombra de los "cargos"? Al igual que su primera impresión torpe fue un prejuicio, la etiqueta de "polémica" que se le ha impuesto ahora también debe ser retirada.

El brillante legado musical de un artista que dominó una era no debe ser ignorado injustamente debido a las secuelas de un caso legalmente resuelto. Su música no tiene culpa. Debemos escuchar nuevamente, sin prejuicios, sus innumerables canciones que consolaron y, a veces, extasiaron nuestros 90s y nuestras emociones.

Respondiendo al llamado del público, subió nuevamente al escenario en septiembre, comenzando con un concierto en Busan. Como afirmó la productora del evento: "Aunque se alejó del escenario, nunca dejó la música ni por un instante", se está preparando para competir nuevamente frontalmente con su música.

Ahora es nuestro turno, y el de la televisión, de responder. Su regreso no debe limitarse a unos pocos conciertos. El trabajo musical de un "artista insustituible" no debe ser ignorado injustamente debido a las secuelas de un caso legalmente resuelto. Su música nunca ha cometido un delito.

Su lugar natural siempre ha sido el escenario, y también la pantalla chica, donde活躍ó en programas de variedades como "My Little Old Boy". Damos la bienvenida sincera a su regreso junto a los fans que lo esperaron seis años, y a su merecido lugar como "Cantante Nacional". Instamos encarecidamente a que, a partir de esta gira nacional, podamos volver a ver activamente su genial música y su ingenioso humor en la televisión y en diversos medios, y le enviamos un aplauso de apoyo.

Las reacciones de los internautas coreanos han sido abrumadoramente positivas respecto al regreso de Kim Gun-mo, destacando su talento único y la nostalgia que evoca su música. Muchos comentan que la escena musical actual carece de artistas con su versatilidad y carisma, y celebran la decisión de la justicia, expresando su deseo de volver a disfrutar de sus canciones sin prejuicios.