Chef norcoreano revela dolorosa historia de discriminación y acoso laboral tras desertar
Kim Ryang-jin, un chef norcoreano que alcanzó un asombroso récord de ventas mensuales de 500 millones de wones (aproximadamente 370.000 USD), compartió recientemente en el programa de KBS2 "사장님 귀는 당나귀 귀" (El jefe es un burro) las dificultades y la discriminación que enfrentó tras desertar de Corea del Norte.
Durante la emisión, que también presentó la vida de los chefs Jeong Ji-seon y David Lee, se mostró la visita de Lee Sun-sil a la casa de Kim Ryang-jin. Al ver la impecable y minimalista decoración, Lee Sun-sil comentó: "Es la casa de un desertor norcoreano más limpia que he visto", pero también bromeó diciendo que "parecía que la casa había sido bombardeada por lo vacía que estaba", e incluso se sintió incómoda, comparándolo con visitar la casa de una nuera.
Lee Sun-sil y Kim Ryang-jin, quienes previamente habían ganado una medalla de oro juntos en una competencia culinaria, planearon crear platos como "Brochetas de fideos fríos de patas de pollo", "Pastel de patas de pollo deshuesadas" y "Terrina de patas de pollo con pepino de agua". El estilo de cocina enérgico de Lee Sun-sil obligó a Kim Ryang-jin a estar constantemente limpiando, lo que llevó a Lee Sun-sil a exclamar: "¡Nunca más volveré a tu casa! Limpiar cuando hay invitados es una señal de que quieres que me vaya". A pesar de sus disputas, la colaboración culinaria fue un éxito, con sabores que prometen futuras delicias.
Kim Ryang-jin, a pesar de su éxito actual, recordó sus difíciles comienzos. "Aunque trabajaba duro, no era reconocido. Tenía que colocar protectores de pantalla de teléfonos móviles, con un estándar diario de 2500 unidades. Me dijeron que habría un bono si hacía más, así que hacía 5000 al día. Un día, me dijeron: 'Hazlo con moderación'. Después de eso, sufrí un grave acoso, pero perseveré con ira", confesó. Añadió con tristeza: "Trabajé duro, pero recibí un mensaje de texto que decía 'descansa'. Pensé que me daban vacaciones, pero una colega me dijo que me habían despedido. Me quedé en shock. Como madre soltera, mi sustento se vio amenazado. Tenía 21 años en ese momento."
Los internautas coreanos expresaron su empatía hacia Kim Ryang-jin, comentando: "Pobre hombre, ¿cuánta presión tuvo que soportar solo?", "Esto es claramente acoso laboral, es inaceptable", y "¡Qué bien que perseveró, ahora es un éxito!".